domingo, 20 de septiembre de 2015

PELEADO CON EL MAR


Todos tenemos algún lugar al que no queremos regresar, un lugar en el que fuimos felices o infelices o donde fuimos un poco de ambos. Y nos aseguramos que dicho lugar no aparezca en nuestra ruta.  Pero la verdad es que ansiamos regresar a ese espacio y a veces, lo que es peor aún, necesitamos regresar al mismo. ¿Por qué? Por distintos motivos, tejidos en nuestra historia personal, elaborados a golpes o caricias del camino.