Sabes que no quiero vestirme de
luto nuevamente. Mi padre aborrece el color negro y mi madre solo se viste de
él en Viernes Santo.
Has vivido demasiado dirán
algunos, enterrar a esposo, hijos y nietos, siempre es demasiado. Pero tú amas
la vida, como la ama el caballero cruzado del Séptimo Sello al recibir de los juglares un cuenco con leche y
fresas recién cosechadas al finalizar el día, luego de gastar sus fuerzas en preguntarse por el misterio de la muerte ¿Es suficiente para resistirse a marcharse?, ¿Para
intentar jugar con la muerte una partida de ajedrez y apostar la vida? ¿En
acoger esa sencillez se guarda el secreto de la verdadera felicidad?
Suele decirse que la niñez es la
mejor época de la vida ¿Acaso es una niñez incompleta si no tienes a tu abuela,
a tu abuelo? ¿No es acaso derecho natural tener a alguien que sea cómplice de
tus travesuras? ¿No aprendes de aquellas manos cansadas que se esfuerzan por atenderte
que cuando el amor duele más es más amor? ¿Tal vez sean las lágrimas que corren
sin temor y en silencio de nuestra habitación las que nos
enseñan lo que verdaderamente somos? Pero haya sido buena o mala la presentación que hayamos hecho en esta obra magna, hayamos sido protagonistas de tragedias o comedias y también de tragicomedias ¿Acaso todo adquiere valor cuando en la escena final nos sentimos bien con nosotros mismos y no hay temor a que caiga el telón?... Pero verte a ti señora de la serenidad y dama de la confianza en esa hora ¿Será el mejor momento de la vida?
Ya te dieron el viaticum, sí, como ese fiambre que me
preparabas para mis clases y paseos, ahora te será más útil a ti, para ese viaje que
harás ¿Qué te pediré que me traigas? Que como cuando era niño me lleves de la
mano al final de misa a ver al Resucitado, para no olvidar viendo sus ojos
color miel que nuestra vida tiene un sentido que no nos lo damos nosotros mismos
(sino fácilmente al no encontrarlo nos pegamos un tiro en la cabeza y esa acción estaría justificada), que no
tiene razón vivir la vida si al final todo se va a la mierda (o a la materia, porque eso de
vivir únicamente en el recuerdo es solo consuelo para ciertos
ateos progresistas), que el velo de la
muerte es mampara, no abismo y menos nada sartreana. Pero sobre todo que nuestro último amén, encierra, esconde, prepara, es
puerta, es obertura de nuestro primer ¡Aleluya!
PS: Descansa en paz, en ella viviste
y con ella te vas, te extrañaré hasta... que nos volvamos a encontrar.
A mi no me gustan los lutos tampoco. Besos.
ResponderEliminarSi Amapola, son signos de despedidas. Gracias por venir.
EliminarLo que menos me gustan son los velatorios, siempre hay un imbécil que al final se aburre y se cree que está en una verbena de barrio.
ResponderEliminarBesos.
Estimado Xtian, hasta que le toque al susodicho... vamos a ver que sucede. Un abrazo.
EliminarAristo, esa imagen de la abuela con su nieto de la mano en la iglesia me trae bellos recuerdos, yo también visitaba los santos de la mano de mi abuela. A mi tampoco me gustan los lutos, mejor cubrirnos de recuerdos y así es más llevadera la pérdida.
ResponderEliminarBesos
Puri
Gracias por tus palabras Dulcinea, un abrazo a la distancia y felicidades por esos recuerdos :)
EliminarLutos y velatorios, asuntos jodidos y feos, y plato de mal gusto, pero todos lo hemos pasado.
ResponderEliminarAsi es Rafa todos pasamos por allí.
EliminarLutos de cuerpo, mente ... Y sobre todo alma, cuando se parte y no sabemos cómo recomponerla. Un abrazo desde isla de luz
ResponderEliminarSi, a veces no sabemos como recomponer, me imagino que el tiempo ayuda. Gracias por venir.
EliminarYo sólo conocí a mi abuela materna, Ari, y supongo que tengo mucho de ella,... y también hablaba sola y tenía sueños premonitorios, como yo, jeje. Y tengo una historia misteriosa de ella que me gustaría contarte en privado, porque es algo larga. Comprendo lo que estás pasando, y te acompaño en el sentimiento. Preciosa entrada, un maravilloso homenaje para un ser de luz, y con esa dulce música. Un fuerte abrazo, Aristio, y adelante con todo, y a pesar de todo la vida sigue.
ResponderEliminarMi abuela Robert superó los 100 años, ha formado parte de muchas cosas importantes en mi vida, pero sobre todo en mi niñez, a pesar que uno sabe que las personas mayores deben partir llegada la hora son muchos sentimientos que tenemos, gracias por tus palabras.
EliminarMe gustaría conocer tu historia :)
Me too.
ResponderEliminarGracias por venir Jhossef.
EliminarQué más sino decirte mi más sentido pésame... Yo tengo a mis dos abuelas vivas, a un abuelo no lo conocí y el otro murió cuando yo tenía 8 años... aunque sinceramente no recuerdo que alguno haya sido complice de travesuras... más bien una era bien estricta al momento de que uno se portaba mal... pero cada quien lo ve de la manera que lo tenga que ver. Ahora es momento de vestirse de luto, no tiene nada de malo... ya luego se cambiará de ropa y tocará vestirnos con el vestido de la vida.
ResponderEliminarSaludos!
pd. Esa música de fondo dio un buen toque a tu entrada!
Se agradece Erick tus palabras. Espero ya ir retomando la normalidad.
EliminarLo siento mucho Aristio.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte y todo mi ánimo.
Gracias Toribio, un abrazo también.
EliminarEstoy seguro q tu abuelita era como la mía, esas que rezan por ti e incluso por los que ni les cae bien. Muchos abrazos para ti y que la paz tmb esté en tu corazón.
ResponderEliminarGracias Mu, por tus palabras y por acompañarme también en esos momentos. espero que poco a poco se vaya ordenando todo.
EliminarLo mejor siempre es esperar que lo que perdure sean los buenos recuerdos con esa persona y lo que de ésta aprendimos, en vez de la frialdad propia del proceso fúnebre y el luto propiamente.
ResponderEliminarCreo que a veces el luto es saludable, mejor dicho los procesos, porque nos ayudan a poder hacernos más conscientes que el ser querido ya se fue. He conocido por ejemplo madres y padres que han perdido a sus hijos durante el conflicto armado que tuvo el Perú y no sabes lo terrible que es para ellos tener desaparecidos a sus hijos mas de 20 años.. es terrible, en el caso de ellos no tienen el descanso mental de poder haber enterrado a los suyos ni asumido el luto respectivo.
EliminarDe todos modos lo que debe quedar es el recuerdo y aprendizaje como bien dices.
Un abrazo.
Pues mi abue acaba de cumplir 100 años de nacer y 10 de muerta, solo conoci a los abuelos maternos, 2 personas muy integras, aunque, debo decir que muy alejados de los abuelos entrañables y cariñosos, eran personas muy recías de cáracter fuerte.
ResponderEliminarMis abuelas han sido de buen carácter, tenían sus momentos eso sí, pero siempre fueron buenas conmigo, espero nos cuentes sobre ellos Alvarito.
EliminarMaría de Lima:
ResponderEliminarTe envío un fuerte abrazo en estos momentos. Con el tiempo que lo cura todo, verás que todo va tornando la normalidad.
Besos.
Gracias M d L.
EliminarTu abuela se sentiría muy orgullosa de ti si pudiera leer lo bello que has escrito de ella.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo
Gracias Mal por tus palabras.
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