Era una tarde
bastante tranquila, estaba a punto de completar mis deberes de practicante en la Defensoría y me disponía a tentar a la
secretaria de la oficina con un nuevo motivo para subir de peso: una generosa
porción de torta de nueces acompañada de
un espumoso chocolate batido (no me
gusta comer solo).
De pronto ingresa una
llamada del hospital solicitando nuestra intervención. Una pareja de esposos se resistían a
autorizar la operación de su pequeño hijo y ésta necesariamente tenía que
efectuarse de emergencia. Recuerdo que el panorama en la oficina no jugaba a mi
favor, pues el Jefe se encontraba en una
reunión, dos de los tres Encargados de
Áreas se encontraban de viaje de supervisión y el tercero estaba de
salida para atender otra intervención.
- ¿Qué
dijo el médico con el que conversaste?
- Es
una situación de alto riesgo y necesitan ayuda al momento.
-
¿Quiénes
están disponibles en la oficina?
-
Bueno
a Monquito lo han llamado de la cárcel y fuera de la secretaria, está Yajaira la otra
practicante.
-
Bueno
pues ve tú.
-
¿Yo?
No me parece que sea el indicado, creo se necesita alguien que tenga capacidad
de persuasión.
-
Jajaja siempre te he dicho que la mayoría de
veces la clave está en saber escuchar, eso harás e intentaras hallar una solución.
Cogí
mis formatos de intervención, lapicero, los ánimos de Yajaira y la promesa de
la secretaria de si todo iba bien ella invitaba la merienda de la tarde. Con
todo llegue al hospital, pregunte por el paciente y me indicaron que tenía que
conversar con la encargada de pediatría.
- Buenas
tardes, soy el representante de la Defensoría, recibimos una llamada
solicitando nuestra intervención por el caso del niño cuyos padres no autorizan
su intervención quirúrgica.
- ¿Eres
tú? Pero eres tan chiquillo ¿Crees que te harán caso?.
- Pues…
me han enviado a mí.
- Mira,
ustedes son los últimos que hemos llamado, primero conversó con los padres la
asistenta social y nada, después llamamos al Fiscal y tampoco pudo, vinieron
los abuelos para hacerles entrar en razón pero no otorgan la autorización,
alguien sugirió que les avisáramos.
-
Deseo
conversar primero con el médico que están directamente a cargo del paciente
para que me explique la situación del paciente, pero con su historia clínica por favor.
Y
fue así que luego de cerca de media hora de
oír al médico y que este respondiera mis más elevadas
y tontas preguntas sobre el caso me tocaba conversar con los progenitores
del niño. Cuando me los presentaron caí en cuenta que se trataba de personas
muy sencillas, tranquilas y afables, nada en comparación de la idea que me había
hecho de ellos (unos déspotas y
malcriados ¡maldito prejuicio!) y decidí actuar como ellos: sencillo, tranquilo
y afable, les explique las veces que
quisieron la necesidad de la operación, los pasos a seguirse en la misma, los riesgos
que se corrían con ella y las peores situaciones que podrían avecinarse en caso
de no intervenir quirúrgicamente a su hijo (presumo que ni el médico, ni la asistenta social ni los funcionarios habían hecho el esfuerzo porque los escucharan y comprendieron en un lenguaje más sencillo). En resumen… los oí y les respondí sus preguntas como se las haría a unos niños.
Pasada casi una agotadora hora, la señora me mira y con rostro de naciente confianza me dice:
-
Recién entendemos de que se trata todo
esto, gracias por la paciencia, vamos a autorizar la operación.
Desde
ese momento me esfuerzo por intentar
escuchar, sin lo cual no podría responder y sin esos dos verbos no sabría lo que es
comunicar.
Qué gran ejemplo realmente. Todo debes escuchar de verdad para poder entender y explicar algo que tal vez resulta fácil. Muchos pierden la paciencia, qué gran don ese que tienes.
ResponderEliminarUn beso grande!
Bueno creo q hay que esforzarnos para poder escuchar a los demas y explicar las cosas de acuerdo a la realidad de nuestros interlocutores. Un abrazo.
Eliminar*_* heroe!!!
ResponderEliminarpues nada como ello, tan facil y nadie lo hace. Fijate que algo similala me paso a mi con mi esposa, la operaron mchas veces,pero en dos de ellas, NAdie nos explicaba nada,lo rogamos, es que no entendemos, y nada, puro avionazo. hasta que un enfermerito, junto a una chava practicante, se tomaron el tiempo de decirnos que onda ..solo fue unos 30 min, o menos, ni recuerdo..
en fin, hay que escuchar.
besitos
Suele ocurrir con los medicos y los abogados muy a menudo, pero ellos estan en la obligacion de explicarnos las situaciones sea cual fueran.
EliminarPor otro lado, no sabía que tenias esposa Pancho, de todos modos te queremos. Saludos.
No es fácil escuchar, pero cuando lo hacemos todo resulta mucho mejor, que estupendo lo que lograste, un abrazo.
ResponderEliminarAsi es jossep, muchas veces no es facil escuchar, sobre todo si vemos la conversacion como algo de rutina, asi que debemos esforzarnos por lograr una mejor comunicación.
EliminarSi se trata de chocolate! Yo no invito! Jajajaja En que hospital ocurrió eso??? Caray! Bueno si, escuchar está bien! Pero que origino esa terquedad?? Mira que negarse a una operación que pone en riesgo la vida del hijo me parece increíble. Eran jóvenes?? Muy jóvenes?? Iletrados?? Eso es también un inconveniente. Eran de alguna secta religiosa??
ResponderEliminarSe dice que un buen conversador es el que en realidad solamente escucha jejeje.
Ahhh el chocolate jajaja. Pues pues fue en un hospital no muy grande al norte de la ciudad... Yo creo que la origino la desconfianza que generaron los medicos a los padres del niño. Sí eran bastantes jovenes, tenian educación básica y no tenían ninguna cercania a alguna secta religiosa. Todo se debió a la falta de entendimiento entre los doctores y ellos. Gracias por venir.
EliminarSaber escuchar, y explicar las cosas de forma sencilla dieron con la solución.
ResponderEliminarUna merienda muy rica y con un montón de calorías, ¿la tentaste? jaja
Un abrazo
Hola Veronica, te contare que no me gusta comer solo asi que siempre busco compañía, pero la secretaria era la única que en la tarde mas o menos tenia tiempo libre, pues trabajábamos a puerta cerrada, asi que se nos hizo costumbre ir a comer algo a media tarde, pero gracias a todo el carbohidrato que comimos fui el culpable que no pudiera entrar en su vestido de novia jajaja. Saludos.
EliminarEso es.
ResponderEliminarNadie escucha.
A veces tampoco oyen.
En un mundo de sordos el que escuche alguien es casi un milagro.
Hola Toro, pues debemos creo yo, esforzarnos por escuchar de verdad. Gracias por venir :)
EliminarPS: tus poemas me parecen geniales.
Negarse a una operación que pone en riesgo la vida del hijo no me parece, es una vida!!
ResponderEliminarLo que sucede es que en la forma como les explicaban a los padres la operacion, ellos se asustaban aun mas y pensaban que el riesgo era mayor (cuando no era esa la situación). Gracias por visitar.
EliminarMaria de Lima:
ResponderEliminarOh vaya, tienes razón muchas veces los problemas de resuelven despues de establecer un verdadero dialogo. Bonita experiencia.
Sí pero al principio estaba algo nervioso y pense que no lo lograría. Gracias por venir.
EliminarEse es el problema de mucha gente, y es que no sabe escuchar, y lo peor todavía es que en algunos ni ellos mimos se oyen. Ya dice un viejo refrán que no hay peor sordo que aquél que no quiere oír.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Rafa, sí el refran q mencionas tiene mucho de cierto, cuando nos negamos a escuchar (asi sea una la opinion de alguien que no sepa mucho) nos convertimos en los peores sordos. Bienvenido tu blog me parecio muy entretenido.
EliminarQué historia tan ejemplar, y me alegro que tuviera un feliz desenlace. Al comienzo de la narración pensé que se trataría de un caso de preceptos religiosos, pero creo haber entendido que era un problema de desconfianza de los padres. El saber escuchar, la empatía, y el saber comunicar abren caminos y arreglan muchos problemas,... el mundo sería distinto, pero hay personas a las que les cuesta mucho dar ese paso. Muy interesante el tema que planteas. Un fuerte abrazo, Aristio.
ResponderEliminarHablando de preceptos religiosos, me parece interesante que para los judíos (que para los creyentes es el primer pueblo a quien Dios se les revelo)tengan al sentido del oído como el mas imporante si mal no recuerdo y que si te das cuenta en el Antiguo Testamento casi siempre las veces que Dios se comunica con Israel comienza diciendo: ESCUCHA.... y asi debe ser para hablar, entender, razonar y todo lo demas primeor debemos escuchar creo yo, lo adentro y lo de afuera... Gracias por venir y por tus comentarios que siempre me hacen pensar :)
EliminarEs cosa de saberse comunicar y tu lo lograste, te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que siempre estaremos aprendiendo como debermos comunicarnos con nuestros semejantes. Gracias Malque. Abrazo.
Eliminar:) la felicidad. la comida y dicen que los secretos son mejores cuando se comparten....
ResponderEliminarHola: jajaja que buena lo de los chismes. La idea del blog es poder compartir cosas que me hacen feliz o me parecen muy pesadas de llevarlas solo. Gracias por venir. Un abrazo.
ResponderEliminarSaludos Aristio y tienes mucha razón, saber es escuchar es la base de un dialogo, de una comprensión.
ResponderEliminarYa vez, los padres no autorizaban porque no habían entendido, y no habían entendido porque no les habían explicado bien.
Gracias por pasar por mi blog, aquí seguiré leyendo tus letras…
Gracias por venir tú tambien por aqui. Pues fué una lección que intento no olvidar y siempre compartir con la gente que a veces se resiste a escuchar. Saludos.
ResponderEliminarMi papá me dejó grabada en la memoria esta frase una vez que le recriminé algo: "Escucha, piensa y luego habla" y es que son 3 pasos que te pueden librar de muchos problemas y ahorrar momentos incómodos. Saludos!
ResponderEliminarAsi es Mu, tu padre tiene mucha razón :)
Eliminarmuy poca gente escucha... y casi nadie oye...
ResponderEliminarun placer pasar por aquí
saludos
carlos
Hola Carlos, ya visite algunos de tus blogs y realmente son bien interesantes. Gracias por venir, espero vuelvas siempre.
EliminarLa clave de escuchar es de entender al otro poniendo atencion en lo que nos quiere decir y no lo que queremos oir... no sé si me explico, pero uno debe ponerse, como quien dice, en sus zapatos... y algo que he aprendido es de redecir lo que nos han dicho para darse cuenta si uno ha entendido lo que la otra persona nos ha querido decir. Yo a veces pienso que aconsejo más que lo que escucho... eso es algo que poco a poco voy a cambiar.
ResponderEliminarCuidate
Erik!
Asi es Erick, que bueno que reconozcas que debes intentar escuchar mas, eso es bueno. Y claro el exito de nuestro dialogo es tambien que nos pongamos en los zapatos del otro como tú dices. Suerte.
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