ME ASALTARON

Todavía me duele un poco el cuello.

Había quedado con Starships en encontrarme con él en el Centro Comercial Real Plaza del Centro Cívico (este  lugar ha sido escenario de varias hechos que ya les iré poniendo en autos)  y como de costumbre mientras estaba en  el bus que me llevaría a dicho lugar recibo una llamada  suya para informarme que se demoraría media hora en llegar y de paso pedirme que evitara odiarlo por eso... Lo peor es acostumbrarse y como ya me he acostumbrado no tuve más remedio que aceptar la tardanza. Con todo ello me dieron ganas de caminar,  decidí bajar en Las Nazarenas y llegar caminando al Centro Comercial (ya conozco todas las ofertas de todas las tiendas de todas las marcas de dicho sitio como para digerir una nueva vuelta por el mencionado centro)  apreciando todavía en la avenida Tacna,   las reminiscencias de la recién acabada cuaresma limeña (todo el mes de octubre se celebra al Señor de los Milagros cuyo Santuario se encuentra en la referida vía por lo cual los comercios aledaños ofrecen  ornamentos religiosos y el infaltable Turrón de Doña Pepa que es el dulce representativo de dicha  fiesta).

Como tenía sed, compré  un jugo de melón que me sirvieron en un vaso tapado con  su respectivo sorbete, mientras  feliz iba yo sin riesgos ni preocupaciones.

Los que viven o han tenido la oportunidad de pasear por la Tres Veces Coronada Villa  conocerán que su centro histórico es bastante…digamos… pluricultural, no faltando como todo gran capital las zonas “especializadas” y yo tenía que pasar necesariamente por una de ellas: la de las travestis. Por ello decidí caminar un poco más rápido en las intersecciones de la avenida Wilson con el jirón Quilca,  así que  luego de pasar junto a las copias de Cher, Diva y la Tigresa del Oriente decidí volver a caminar más lento disfrutando del líquido elemento y su componente frutal.

De pronto al final de la cuadra observo a dos negros, altos  (del tamaño de Alvaro o  de Gary estimo) con gorras y una apariencia despreocupada,  cuando faltando cinco metros para cruzarnos uno de ellos corre hacia mí, me coge con un brazo el cuello con tal fuerza que no podía articular palabra y con el  otro el pecho haciendo que pierda mi bebida. De pronto recordé que llevaba el celular (aunque muy simplón nomas pues no me gusta mucho la tecnología pero era mi celular de todos modos) y dos billetes de  cien soles en el bolsillo derecho de la casaca, la cual por el corte slim fit que tenía hacia sobresaltar fácilmente el móvil, obviamente si bajaba el brazo mi asaltante se topaba con el celular y se llevaba el mismo junto a los dos billetes.

Cuando ya estaba dando por perdidas las cosas mencionadas, su colega se nos acercaba a paso lento y extraño, pero cuando pensé que aquel sería el encargado de consumar el hecho delictivo, se detuvo como a un metro de distancia y me comenzó a observar detenidamente, como si me conociera o quisiera decirme algo, todo ello mientras su compañero me seguía cogiendo del cuello y del pecho, cuando de pronto el que se me acercaba le dice al que me tenía cogido:

-         Déjalo que se vaya.

-         ¿Qué dices?

-         Que lo sueltes, que lo dejes ir.

-         ¿Pero por qué?

-         Tú suéltalo nomás.

Y luego de soltarme y empujarme comencé una carrera  como hace años no corría, con todas mis cosas pues no me habían robado nada, hasta la patrulla de seguridad más cercana que encontré.

Frente a la actitud del misericordioso asaltante  se me ocurre proponer tres hipótesis sobre el motivo de su actitud:

- Le  causé  pena:  me imagino la cara de asustado que habré puesto que es  para traumar a cualquiera.

- Me conocía de algún sitio:  trabajé durante un tiempo muy corto con adolescentes en riesgo, voy siempre al penal o podría haber sido  el Negro Taita cuya historia ya contaré.

- Le gusté: esto lo propone mi amigo Starships.

Así que por favor, espero una lluvia de ideas para poder contrastar las teorías planteadas. Es que de todos modos me asaltaron, pero el miedo y la sensación de agradecer las oraciones de mi madre.

Fotografia de la avenida Wilson tomada de la red.