Las buenas noticias hay que compartirlas, pero también detenernos a reflexionar sobre su significado (obvio que no todo en el mundo es crisis económica, ébola (con sacrificio de canes incluidos), elecciones deprimentes y también tragedias personales of course).
Esta mañana otoñal cumplía mi tradición de octubre de informarme mediante la versión digital de El País sobre la entrega anual de los premios Nobel (sí, de esos premios que sin exagerar están venidos a menos estos últimos años… y no diré más porque saben a que me refiero) y mejor sorpresa no podía esperarme. Pues bien, este año el Nobel de la Paz fue otorgada a una muchacha musulmana (¡¡¡¡¡¡¡¡¡ tiene 17 años la premiada. Yo a esa edad estaba pensando que hacer con mi vida!!!!!!) a la que muchos de ustedes ya la conocen, la paquistaní MALALA YOUSAFZAI y al hindú KAILASH SATYARTHI, ambos fueron premiados según anunció el comité por: "por su lucha contra la opresión de los niños y los jóvenes y por el derecho de todos los niños a la educación".
En el caso de KAILASH SATYARTHI, se trata de un ingeniero informático de profesión, que desde hace más de veinte años y luego de dejar su trabajo, fundo la institución Global March, la misma que ya habría logrado la liberación de más de 80 000 niños y niñas que viven esclavizados muchas veces bajo el ropaje de normas legales.
Pero el caso que más nos ha conmocionado es el de MALALA YOUSAFZAI.
Malala
nacío en Míngora, Pakistán en 1997. Comenzó a adquirir notoriedad cuando
escribía en su blog denominado Diary of a Pakistani
schoolgirl (sí, ella tuvo un blog como tú y yo los tenemos) en
un espacio de la BBC NEWS, utilizando para ello el seudónimo de
Gul Makai. En aquel blog hablaba de su vida el valle del río Swat, así como
sobre la vida de mujeres y niñas de su comunidad. De
manera especial, dio a conocer al mundo las acciones de los
Talibanes sobre la población y la forma particular que tenían los
mismos de prohibir y castigar la asistencia de las niñas a las escuelas. La
respuesta de Malala fue presentar argumentos desde su blog primero a
favor de la continuación del derecho de las niñas de seguir acudiendo a clases.
Luego, cuando ya no podía identificarse con su seudónimo, comenzó a acudir a la
radio y la televisión para denunciar los abusos que se cometían en su
comunidad, en especial contra las mujeres y los niños, muchos de ellos sus
familiares, amigos y amigos, conocidos.
Pero
la contraofensiva de los intolerantes no se hizo esperar y ocurrió
lo que se temía, un hecho de terror. El 9 de octubre del 2012, fue
víctima de un atentado por un miliciano vinculado al grupo
terrorista de los Talibanes,
el cual le disparó en repetidas ocasiones, impactándole varias
balas en el cráneo y cuello, en el autobús que usaba al dirigirse a
la escuela, motivo por el cual permaneció varios meses en el hospital. El
portavoz del grupo terrorista mencionado, afirmó que intentarán
matarla de nuevo.
¿Qué
nos dice esta chiquilla? Podemos acercarnos a ella a
través de la entrevista que hace algunos años un periodista de El Pais le
hiciera. Cuando después del atentado, debió elegir entre volver
a una “vida normal” o continuar con su lucha, ella decantándose por
lo segundo dice:
“Es
que esto ya es mi vida, no es sólo una parte de ella. No puedo abandonar.
Cuando veo a la gente de Siria, que están desamparados, algunos viviendo en
Egipto, otros en el Líbano; cuando veo a toda la gente de Paquistán que está
sufriendo el terrorismo, entonces no puedo dejar de pensar, “Malala, ¿por qué
esperas a que otro se haga cargo? ¿Por qué no lo haces tú, por qué no hablas tú
a favor de sus derechos y de los tuyos?” Yo empecé mi lucha a los diez años”.
Al
referirse a su cultura, ella no reniega de la misma, ni mucho menos de su fe,
pues sabe que debe ser vivida en armonía:
“Amo
a Dios porque me ha protegido, y creo que me va a preguntar el día del juicio,
“Malala, veías el sufrimiento de la gente en Swat, veías cómo sufrían las
niñas, que masacraban a las mujeres, que asesinaban a tantos policías. ¿Qué has
hecho tú para defender sus derechos?” Sentí que era mi deber clamar por los
derechos de las niñas, por los míos, por el derecho de asistir a la escuela, y
lo hago en nombre del Dios por el que los talibanes me tirotearon” En el
discurso que dio ante la Asamblea de la ONU dirá: “Ni siquiera odio al
talibán que me disparó. Incluso si tuviera un arma en la mano y se pusiera
delante de mí. Yo no le dispararía. Esta es la compasión que he aprendido de
Mahoma -el profeta de la misericordia, Jesucristo y Buda. Este es el legado de
los cambios que he heredado de Martin Luther King, Nelson Mandela y Muhammad
Ali Jinnah. Esta es la filosofía de la no violencia que he aprendido de Gandhi,
Bacha Khan y la Madre Teresa. Y este es el perdón que he aprendido de mi madre
y mi padre. Esto es lo que mi alma me dice, ser pacífica y amar a cada
uno”.
Y
me parece que no se equivoca al decir que la auténtica educación es
la clave para derrotar muchos de los problemas de nuestras
sociedades, siendo tal vez el más importante la división de las mismas.
“Para
lograr ese objetivo tengo que conseguir poder, y el verdadero poder consiste en
la educación y el conocimiento. Además nos hace falta un escudo, que es la
unidad del pueblo. Cuando la gente me acompañe, cuando los padres de las niñas
me acompañen, cuando estemos juntos, me apoyarán con su voz, con su acción, con
su compasión. Cuando nos apoyemos los unos a los otros, cuando nos eduquemos,
cuando logremos ese poder, podremos con todo. Y entonces volveré a Paquistán”.
Hoy
pues, nos alegramos de ese “reconocimiento” a esta musulmana y este hindú, uno
más desconocido que la otra, pero con la misma
grandeza humana de donarse al prójimo. De responder con
palabras y acciones a los sufrimientos de los niños y niñas que los
rodean. De comprometerse y ser fieles a sus convicciones, he hacernos sonreír
con la emoción de saber que por encima de todo el mundo esta grávido de
esperanza, la cual comienza como en el caso de Malala en un… blog.
PS: La entrevista completa de el diario El País la pueden visualizar en http://elpais.com/elpais/2013/10/12/eps/1381613349_778121.html
Lo extraño de Malala no es que le hayan dado el Nobel ahora sino que no se lo hubieran dado antes. Menuda historia y menudo ejemplo de chica.
ResponderEliminarAbrazotes.
Bueno Xtian, no seamos mal pensado y creamos que existe en el mundo mucha gente y por eso al comite se le hizo complicado elegir.
EliminarY efectivamente un tremendo ejemplo. Abrazos.
Pue sí, una buena noticia que haya gente así y, de paso, que el Nobel de la Paz se vuelva a conceder sin polémicas. Impresionante lo de Malala. Del otro hombrecillo, sé poco.
ResponderEliminarPues despues que el premio de dío a nuestro Emperador del Norte, como que ya no creía en ese premio, pero se han reivindicado H.
EliminarSaludos para ti estimado.
tras las feas noticias en mi terruno de matanzas de mucha maldad, es bueno saber estas noticias esperanzadoras de gente ejemplar. Vaya, yo a los 17 estaba totalmente perdido, bravo por la niña y por el señor! grandes ejemplos!
ResponderEliminarsaludos
Es una pena lo que sucedio Pancho. De verdad una tragedia.
EliminarEs la primera vez que se entrega un Nobel a una persona tan joven, de verdad que este año ese premio es muy singular. Abrazos.
Bien por ellos, el mundo necesita personas así.
ResponderEliminarUn abrazo
Asi es Vero, saludos tambien para ti. Abrazos.
EliminarMaría de Lima:
ResponderEliminarEsta vez se reivindicaron. Pero no me recordaba de ninguno de ellos. Excelente noticia.
Besos.
Saludos Maria de Lima y gracias por venir.
EliminarBien por los dos.
ResponderEliminarMuy bien.
Especialmente el de ella.
Saludos.
Aplausos Toro. Y un abrazo para ti.
EliminarEjemplos así es lo que le hace falta a este mundo en el que vivimos, y debemos airear mucho mas todo lo que está pasando . Lo de la joven es admirable y no deja de sorprenderme, lo del el hombre igualmente.
ResponderEliminarGracias Aristo por traer esta entrada a tu blog, así nos enteramos mejor.
Besos.
Puri
Gracias a ti por venir y comentar :)
EliminarMe alegro muchísimo por el premio para Malala. Y me asombra la madurez que tiene para su edad, y esa claridad de visión sobre el origen de los problemas y las soluciones. A veces los viejos deberían aprender de las lecciones que les dan lo más jóvenes. Un abrazote, Aristio.
ResponderEliminarSi Robert, esta niña no es como las demas que a su edad piensan en cosas mas comunes y silvestres.
EliminarY los jovenes tambien enseñan of course.
Si Robert, esta niña no es como las demas que a su edad piensan en cosas mas comunes y silvestres.
EliminarY los jovenes tambien enseñan of course.
De estas noticias se tenían que dar muchas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ojala sea asi Rafa. Saludos y cuida a los pavos eh jajajajaja.
EliminarEsta niña es un angel.
ResponderEliminarBeso
Muy cierto querida Mal. Besos.
EliminarMijo pues me da alegría Malala y que entre tanta cosa fea haya Luz y Esperanza.
ResponderEliminarAh y si, si pongo altar de muertos o participo en alguno.
Espero que las cosas por México también se vayan mejorando.
EliminarPS: queremos fotos de tu altar Alvarito.